¿Qué me pongo?

Esa es la pregunta más frecuente al momento de vestirnos todas las mañanas, vamos al closet y llega este pensamiento, “NO TENGO NADA QUE PONERME”; lo sé! acabas de sonreír … nos pasa a todas en algún momento de nuestra vida.

Se nos hace fácil vestirnos para el día a día, pero cuando tenemos algo importante, una reunión profesional, una fiesta, u otro evento llegan a nosotros (as) muchas inquietudes.

¿SERÁ QUE ESTOY BIEN VESTIDA?

¿ESTOY ACORDE AL EVENTO?

¿CÓMO IRÁN VESTIDAS LAS OTRAS INVITADAS?

Y así muchas preguntas internas, que seguro no trasmitimos directamente a alguien, pero que están allí presentes.

Te has preguntado, ¿Cuál es la imagen que quieres mostrar al mundo?

Los grandes mentores dicen que el éxito es el resultado de las acciones que repetimos a diario, esto se traduce en hábitos. Cuando descubrimos el mensaje que queremos trasmitir al mundo, construimos hábitos de imagen integral que nos permiten vestirnos todos los días con una intención.

Ahora, lo más interesante de esto es, como las prendas que escogemos están directamente relacionadas con nuestra esencia y personalidad, porque no es lo mismo tocar y sentir una prenda de algodón a una seda; ¿qué opinas?

Y en este punto es donde entra el tan importante tema del ESTILO. Has escuchado cuando una amiga dice “es que yo no tengo estilo”… La noticia es que cada una de nosotras lo tenemos. Contamos una historia todos los días, nuestro estilo habla, canta y grita nuestra historia sin tener que decir una sola palabra.