fuerza carlitos

Fue el 11 de Marzo de 2020 que la vida le cambiaría radicalmente a Carlitos.
Aceptó la invitación de unos amigos para jugar tenis y de un momento a otro, en mitad del juego, se cae y
desafortunadamente se golpea la cabeza con un tubo de hierro que estaba en el borde de la cancha, la nuca se le dobló, al reaccionar se da cuenta que no se podía mover, sintió terror y pide que llamen al 911.
Lo trasladaron en helicóptero al Ryder Trauma Center del Jackson Memorial Hospital de la ciudad de Miami. Dos días después de estar en el hospital,
le dan el fatídico diagnóstico: Lesión Medular que lo había dejado cuadrapléjico, perdió la movilidad de
los hombros hasta los pies. Estuvo 17 días en cuidados intensivos y 1 mes en el centro de rehabilitación Christine E Rehab Center del Jackson Memorial Hospital. Después de pasar 48 días en el hospital, aun recuerda las palabras que le dijo su esposa a la salida : de esta salimos!.
Fueron momentos desgarradores, de mucho dolor y de empezar a aceptar la nueva realidad. Carlitos
sentía que era como un castigo. Aun siendo una persona buena, así lo veía en ese momento. “Fue un golpe psicológico, muy difícil de aceptar, y más aún, de soportar. Nada volvió a ser igual, la vida de su esposa, cambió drásticamente, días de trasnochar ,
con otros horarios, para poder atender a Carlitos con su nueva condición. Su vida estaba confinada a una silla de ruedas y requería ayuda para hacer todo.” sacado de su libro “ El juego continúa”. Aun cuando les dijeron que no iba a poder recuperar ningún tipo de movilidad y que probablemente iba a quedar paralizado completamente por el resto de su vida, nunca perdieron la fe. Estando en el centro de rehabilitación empezó a mover un dedo del pie. Ese, que parece un pequeño logro, significó para todos una luz de esperanza de la cual se aferraron, a través de la terapia, la fe, la fuerza, la determinación, la disciplina, la convicción y la perseverancia se dedicó a recuperar su movilidad. Su principal objetivo : volver a caminar. Han pasado ya más de 24 meses de lo sucedido. Durante este tiempo Carlitos se ha dedicado de lleno a hacer terapia ocupacional, terapia física, terapia de agua, terapia del alma y del cuerpo. Hoy ha alcanzado logros inexplicables para la ciencia, pero conseguidos a punta de fe y templanza. Aprendió que no hay nada imposible si uno se aferra a Dios, a la fe y si se confía en las capacidades del cuerpo y de la mente.